Programa de historia de las ideas políticas en Chile

“El sentido de la prisión femenina”: Carta de Ana María Stuven en El Mercurio

August 29, 2017paulaNoticias0

Señor Director:

El Papa Francisco ha anunciado que, durante su estadía en Chile, visitará el Centro Penitenciario Femenino, la cárcel de mujeres más importante del país. Me parece que es de los anuncios testimoniales más importantes que puede hacer para que los cristianos podamos discernir sobre los caminos que siguió y señaló Jesús: si el que se guía por una fe amenazante con las penas del infierno o el que se orienta por la esperanza en la misericordia y en el trabajo por el respeto a la dignidad de las personas.

Las mujeres del CPF están presas, en su mayoría, por microtráfico, sin duda un delito que merece sanción. Pero también han sido presas durante todas sus vidas de la miseria, el abuso, el abandono y la marginación. Por cierto, no creo que el Papa vaya a apoyar sus acciones, pero sí podemos creer, sin temor a equivocarnos, que por algo eligió visitar mujeres cuyo reconocimiento está al debe tanto en la iglesia como en la sociedad. Y, también por algo, a mujeres encarceladas, en su mayoría madres.

Ese algo interpela a los cristianos y también a las políticas públicas. Tras las rejas hay mucho dolor, consecuencia de la injusticia y ceguera de quienes creen que invisibilizando a esas mujeres disminuirá la delincuencia. La decisión de Francisco representa un gesto de una humanidad y misericordia ejemplarizadoras al reconocer a las pobres entre los pobres: a las mujeres y encarceladas.

Me parece que si algo tienen que hacer los legisladores cristianos, más que temer el infierno o el riesgo de un entierro profano, como se ha sugerido en esta sección, es asumir que conviven socialmente con problemas que requieren una intervención urgente, tanto si se quiere frenar la delincuencia como si se quiere incluir en los bienes públicos a un sector de la sociedad que no basta con recluir en una cárcel.

Siguiendo el ejemplo del Papa, los cristianos y no cristianos debemos asumir como deber social y político revisar, como se ha hecho en otros países, el sentido de la prisión femenina y su replicabilidad social y familiar. Debates como la situación de los niños pequeños que conviven con sus madres en los penales, o la de los hijos cuando la madre está presa (el ejemplo del Sename es elocuente), penas sustitutivas para mujeres madres, adecuada capacitación penitenciaria, políticas adecuadas de reinserción y acompañamiento post-penitenciario debieran seguir a la visita del Papa.

Que el BID recién asignó a la Corporación Abriendo Puertas la ejecución del proyecto “Reinserción Económica y Emprendimiento para Mujeres en Conflicto con la Ley” es una buena noticia. Que el Papa visite el CPF debe servir de estímulo para un debate público sobre prisión femenina y también para otras iniciativas conjuntas entre el Estado y la sociedad civil, que incluyan proyectos de inclusión que no solo otorguen alternativas para mujeres presas, sino que puedan impedir que lleguen a cometer delito, muchas veces por necesidades imperiosas.

Ana María Stuven
Presidenta
Corporación Abriendo Puertas

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